Las cinco y veintisiete de la mañana y ya recibía el
whatsapp de mi compi de aventuras ciclistas para confirmarme que ya estaba en
pie, luego me contaría que casi no había dormido de la emoción pues estaba como
un niño con zapatos nuevos. Quedamos en el parque de oriente a las seis y
cuarto y ya estábamos preparados a las seis y cinco, así que salimos para la
estación de Delicias llegamos bien de tiempo pero el tren como no, venia con
quince minutos de retraso que luego fueron veinte pero claro es un cercanías no
el ave, nos dejaron subir sin problemas con nuestras bicis y después de poco
mas de dos horas llegábamos a los Mallos de Riglos. Teníamos la ruta mas o
menos estudiada pero como lo nuestro es darle emoción a la cosa, el primer sendero
que vimos que llevaba para abajo y como Zaragoza estaba para abajo pues para
que íbamos a pensar mas, nos tiramos por hay y después de bajar y subir un par
de buenos repechos nos dimos cuenta de que no llevábamos buena dirección, así
que decidimos retroceder hasta una pista que habíamos dejado a nuestra
izquierda y como no tenia que ser hacia arriba, pues nada que semejante repecho
en frio viene muy bien para calentar y el sol empezaba a ayudar también, pronto
encontraríamos la Z310 la seguimos hasta
el cruce con la A132 dirección Concilio para desviarnos ala derecha pocos
metros después por una pista de tierra, tras recorrer dos kilómetros vimos un
pueblo que nos quedaba a la izquierda y según el mapa debería estar a la
derecha, y el camino terminaba en el Rio Gallego deducimos que otra vez íbamos
mal así que como rectificar dicen que es de sabios y nosotros nos creemos mucho,
pues dicho y echo volvimos a la senda y bajamos
hasta Biscarrues y de hay hasta
Ardisa, lo pasamos y llegamos hasta el embalse de Ardisa, nos hicimos un par de
fotos y a por Puendeluna que dejamos a tras por la carretera después de subir
unos cuantos repechos llegamos a Marracos. El paisaje un secarral y un Sol de
justicia llegamos a Gurrea de Gallego, vimos una chopera con una acequia llena
de agua y decidimos hacer una parada técnica para comer algo y refrescarnos un
poco y seguimos pasando por La Paul las
piernas toda vía iban bien y llevábamos un buen ritmo llegamos a Zuera y el
calor seguía aumentando y decidimos parar a tomar una cervecita que dicen que
es buena para el deporte, eso no quiere decir que llenemos la camelbak de
cerveza. Después de Zuera fuimos a Villanueva de gallego y de allí a San juan
de Mozarrifar pasando por el barrio del comercio ya el cansancio se hacia notar
sobre todo en las piernas pero eso ya era tierra conocida y nos daba moral
subimos un último repecho hasta el barrio de San Gregorio, sabíamos que era el
ultimo y ya hasta casa seria casi todo cuesta abajo así que hicimos un ultimo
esfuerzo y ruta terminada. La verdad es que creía que llegaría peor, pero a
pesar de no darme la sensación de no estar muy cansado la verdad es que lo
estaba me pase toda la tarde tumbado en el sofá medio muerto. Pero mereció la
pena al final con el recorrido de casa a la estación y de los Mallos de Riglos salieron cien kilómetros, bueno y con esto me despido hasta otra.
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